Cultivos arrasados, infraestructuras deshechas y cientos de
familias evacuadas. Es el panorama desolador que deja en estos momentos la
tormenta tropical 12E en el Bajo Lempa, la región salvadoreña donde hace apenas
tres meses la Asociación Galega de Reporteiros Solidarios ejecutaba su primer
proyecto de Comunicación para el Desarrollo en el exterior. Las niñas y niños
que participaron en aquella experiencia radiofónica en las aulas no acuden a la
escuela desde hace varios días, pues con la declaración del Estado de
Emergencia se han suspendido las clases.
Desde la coparte local, Cordes, informan sobre la situación
en la zona. Las graves inundaciones no se deben sólo a que las lluvias hayan
superado los registros del huracán Mitch, sino también al “manejo inadecuado de
las descargas de agua desde las presas administradas por la Comisión Ejecutiva
Hidroélectrica del Lempa (CEL)”. El caudal del río ha superado así en más de un
metro y medio el nivel crítico de 6 metros.
“La ausencia de una política integral de gestión y
prevención de riesgos está generando la destrucción de la producción agrícola y
ganadera, así como el deterioro ambiental y de la infraestructura productiva,
poniendo en riesgo la ya frágil seguridad alimentaria de nuestras familias, sin
contar los efectos en su salud física y mental”, continúa el comunicado de
Cordes.
La ONG salvadoreña impulsa en el Bajo Lempa un ambicioso
proyecto de desarrollo que contempla desde la agricultura orgánica hasta la
pesca artesanal, pasando por la creación de cooperativas. Un proyecto que año
tras año se ve afectado por fenómenos naturales cada vez más devastadores,
debido al cambio climático.
Ante esta situación, y aún reconociendo los esfuerzos del
gobierno actual, Cordes reclama una actuación estratégica que contemple obras
de prevención y mitigación en desastres, como es el establecimiento de bordas
definitivas a ambos márgenes de los ríos Lempa y Aguacate. Demandan también sistemas
de drenaje en áreas productivas y carreteras, además de la pavimentación de la
pista que une San Carlos con la comunidad de La Pita. Así mismo, exigen
responsabilidades a la CEL y la entrega de paquetes alimentarios y agrícolas a
las familias afectadas.
En todo El Salvador se ha declarado el Estado de Calamidad,
y a fecha de hoy las cifras oficiales hablan de 150.000 damnificados, más de
32.000 evacuados y al menos 32 personas fallecidas.