La Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS) aglutina a 18 emisoras comunitarias que, a mitad de los años 90, decidieron unir fuerzas para retransmitir formalmente.
El director de ARPAS, Leonel Herrera, comenta a los micrófonos de Agareso Radio que la década de los 90 fue una época difícil para las radios comunitarias, ya que el gobierno de turno llevó a cabo una persecución a las emisoras que retransmitían de manera alegal. Algunas sobrevivieron al acoso, como Radio Sumpul en Chalatenango, donde la población la defendió de las intervenciones policiales.
Herrera comenta que gracias a la cooperación, ARPAS compró una frecuencia que dividió y cedió a las distintas radios comunitarias. En el escenario actual, Lenoel Herrera considera que el principal desafío es democratizar la comunicación, y pide al gobierno actual de El Salvador que promueva leyes de reconocimiento a las tadios y televisiones comunitarias, así como la equidad en materia publicitaria.
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