Por Carmen Novas y Laura López
El camino hasta el vivero de tortugas de las islas Tasajera y Colorada es largo pero agradable. Con la luz de las estrellas y la ayuda de alguna que otra linterna se pueden esquivar los troncos que la última tormenta ha depositado en la arena. Grupos de turistas y voluntariado de los proyectos de cooperación que reside en la zona recorren la playa, junto a las recolectoras y recolectores de huevos.
Durante la noche, las tortugas marinas van saliendo del agua para cavar su nido y depositar allí alrededor de un centenar de huevos. Es entonces cuando las gentes de la zona los recogen, no para comerlos o comercializarlos, como antaño, sino para llevarlos al tortuguero creado en el marco del proyecto que promueven ACPP y Cordes, con la Xunta de Galicia. Gracias a las diversas instituciones que apoyan esta iniciativa, allí reciben 2,50 dólares por cada catorce huevos entregados.
Es una de las experiencias que Agareso quiere visibilizar, y el equipo desplazado a terreno ha tenido suerte. Esta noche no sólo han llegado al vivero diez lotes de huevos de otras tantas tortugas, sino que además los neonatos de golfina están naciendo en uno de los nidos con la ayuda del vigilante. Ya a media mañana, cuando la marea esté baja, los liberarán para que se vayan al mar.
En El Salvador hay tortugas baule, carey, golfina y prieta, todas ellas en peligro, aunque sólo las dos últimas suelen llegar hasta esta zona del Pacífico.
El corral cofinanciado desde Galicia tiene en la actualidad capacidad para 1.770 nidos en 22 metros cuadrados, y la previsión es que se llene. El año pasado nacieron aquí más de 175.000 tortuguitas, pero únicamente una de cada cien sobrevive, amenazadas por depredadores o por la contaminación. Parecen pocas, pero si no tuvieran esta ayuda la tasa se reduciría a una de cada mil.
La comunidad de las islas está concienciada no sólo del valor ambiental de la tortuga, sino también de que puede ser una fuente de ingresos porque atrae al turismo. Ver el desove en directo, la liberación o incluso el nacimiento de los neonatos es una experiencia única. También se pueden apadrinar los nidos por una cuantía voluntaria. Las golfinas que han nacido esta noche ya tienen madrina: la Asociación Galega de Reporteiros Solidarios.
Vexo que estades tendo experiencias únicas a nivel persoal a demais do voso magnífico traballo de comunicación para o desenvolvemento e visibilización e sensibilización. Noraboa polas novas afilladas, e polo magnífico traballo que estades a facer. E xa contaredes máis experiencias de como foi a vivencia dun terremoto...
ResponderEliminarGrazas Natalia! A verdade é que o mérito é dos homes e mulleres que fan posible esta gran iniciativa a prol da sostibilidade ambiental e que nos están a tratar de marabilla. Nin terremotos nin tsunamis deteñen o labor de Agareso!
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