17 may 2013

Regresamos un año después a La Pita para devolver las historias que tomamos prestadas para publicar el libro Al Compás de las Mareas


El municipio de Tecoluca alberga una gran cantidad de comunidades que se extienden a lo largo del curso del río Lempa, uno de los más grandes de Centroamérica, hasta la costa del Pacífico. A mitad de camino entre la cabecera departamental y el mar, se encuentra la comunidad de La Pita, lugar escogido para presentar el libro de sensibilización social que hemos titulado Al Compás de las Mareas. Vida en el Bajo Lempa, elaborado por Agareso, Cordes y ACPP.


A las 7.30 de la mañana salimos de Tecoluca en un picop, un todoterreno con palangana para transporte de mercancías, camino a La Pita, a una hora y media de distancia. A la presentación está invitado uno de los grupos de voluntarios de Radio Tehuacán que estamos capacitando estos días. El objetivo es que hagan su primera práctica de reporteo en un contexto que conocen. Tanto los cinco alumnos como sus dos profesores llegados desde Galicia se suben a la palangana del picop para poder ir observando el paisaje mientras el aire caliente le pega en la cara. A pesar de los botes que da el vehículo hay oportunidad de ir explicando conceptos básicos de fotografía, de edición y de periodismo, para aprovechar la pequeña aventura. El volcán nos acompaña todo el trayecto, junto a los ganaderos y sus reses, y los árboles de mango.



Al llegar al hostal Bajo Lempa, en el que se llevará a cabo la presentación, somos recibidos por representantes de las cooperativas pesqueras de la zona. Unos minutos después, remando en un cayuco, desembarcan en La Pita las cinco mujeres de las cooperativa Estrellitas Marineras, que tienen un protagonismo especial en este libro. Todos y todas están nerviosos por verse en imágenes.

Durante la presentación explicamos a los habitantes de La Pita que la intención de este libro de sensibilización es hacer un homenaje a los habitantes del Bajo Lempa, por el esfuerzo que hacen día a día por generar un desarrollo sostenible respetando las normas de pesca artesanal y el cuidado del mangle, que es la barrera natural que protege la tierra del mar. Las fotografías que contiene el libro, junto con los programas de audio que se incluyen en un cd, fueron captadas el año pasado en la segunda fase del proyecto de Así Suena El Lempa por los voluntarios Emerson Díaz, Carmen Novas y Laura L. Ruiz. Se optó por contar las historias de los beneficiarios del proyecto porque las tres organizaciones consideraron que era la forma más eficaz de sensibilizar a la población de la importancia de apoyar la cooperación al desarrollo y de hacer un homenaje a los verdaderos protagonistas de los proyectos.



Doña Luci, recolectora de curil, está avergonzada porque en una de las fotos sale fumando un puro, la mejor técnica para espantar a los mosquitos que atacan entre el mangle, pero está contenta de que en España puedan apreciar el esfuerzo que ellas hacen todos los días para ganarse la vida. Chandy, otro de los protagonistas del libro, salió ayer del hospital tras una complicada operación, pero no quiso perderse esta presentación pública. Todos y todas conocen a las personas que aparecen en las imágenes, este documento gráfico es para ellos como un álbum familiar. Se sorprenden de que su trabajo pueda interesar a otras personas de otras partes del mundo.



Tras mostrar el contenido del libro, leer a viva voz las historias y repartir los ejemplares, compartimos entre todos un refrigerio. Además se les avisa de que tienen que ayudarnos a buscar a jóvenes de las diferentes comunidades para que en septiembre acudan a la segunda fase de capacitación de Agareso, en la que se formará a los corresponsales comunitarios para que contribuyan con el informativo de Radio Tehuacán.

Mientras tanto, los cinco voluntarios de la emisora comunitaria realizan las tareas asignadas: entrevistar a los protagonistas de las historias y a los representantes de las organizaciones para poder hacer una crónica de la presentación en la siguiente sesión de formación. Es la primera entrevista que hacen, y aunque enfrentarse al papel en blanco le provoca casi taquicardia, al final consiguen redactar sus preguntas y grabar los audios de las entrevistas.

Para finalizar la expedición optamos por ir a visitar la isla de Montecristo, situada en una de las orillas del río Lempa. Durante el trayecto en lancha por el cauce del río se puede apreciar mangle, garzas, iguanas, la entrada al océano... La paz apenas la interrumpen las pequeñas embarcaciones de madera (cayucos) que surcan las aguas de un río que varía su cauce en función de las lluvias y del que viven la gran mayoría de los habitantes de esta zona, por supuesto adaptándose al ritmo de la marea.



La isla de Montecristo nos regala uno de los momentos más bonitos del día, con todo su esplendor natural y su ritmo paradisíaco. Un sitio definitivamente para quedarse a disfrutar de los pequeños placeres que te ofrece El Salvador. Pero la realidad siempre te despierta antes de lo que quisiéramos, así que decidimos regresar a Tecoluca para seguir con nuestro trabajo... reuniones sobre posibilidades publicitarias para la emisora, pruebas de grabación y edición de audio, pero hoy ya en la cabina de la radio. Juan Carlos, uno de los voluntarios de Radio Tehuacán, se ha levantado a las 4 de la madrugada para ir a hacer su programa de música ranchera, se ha venido a La Pita a hacer su primera práctica de reporteo durante toda la mañana y a las 4.30 de la tarde vuelve a estar presente para recibir sus clases práctica de técnicas radiofónicas. Así que cómo no nos vamos a esforzar los demás por este proyecto, si existe gente como Juan Carlos?.  

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